Júcar, vida y memoria de una ciudad
El presente proyecto, denominado “Servicios de investigación etnográfica y diseño de rutas culturales en el tramo urbano del río Júcar”, financiado por los fondos europeos FEDER y el Ayuntamiento de Cuenca, busca descubrir y comprender el patrimonio etnográfico relativo al paso del río Júcar por la ciudad de Cuenca, acercándolo al ciudadano conquense y al visitante, dinamizando el turismo cultural y natural.
El proyecto
«Júcar, vida y memoria de una ciudad» sintetiza el vasto patrimonio que rodea al río Júcar a su paso por la ciudad. Será un viaje a través del tiempo y el espacio. Desde el cerro de la Fuensanta, cercano al lugar donde Anton van den Wyngaerde esbozó parte del primer dibujo de la ciudad en 1565, comenzaremos un paseo que nos llevará por las entrañas del barrio de San Antón; cruzando el inmemorial puente nos adentraremos en la zona donde se fraguaron algunos de los episodios más relevantes de la ciudad, el Hospital de Santiago y su patrimonio asociado; junto al rumor del río trataremos las dos grandes industrias que ha tenido Cuenca gracias a la corriente del Júcar: la textil y la maderera; descubriremos rincones desconocidos como el barrio de la Guindalera, la presa de Cerdán y la isla de Monpesler; finalmente, comprenderemos que los planes urbanísticos del siglo XX sepultaron en alquitrán y cemento un paisaje imperecedero durante siglos.
El proyecto a desarrollar incluye diversos productos:
Ruta personalizada con audioguía.
Material audiovisual etnográfico.
Publicación especial de la revista Los Ojos del Júcar, con más de una quincena de artículos publicados fruto del estudio.
Programa del podcast La Alforja.
Infografías y mapas informativos sobre el patrimonio estudiado.
Proceso de divulgación a través de nuestras redes sociales y las de Los Ojos del Júcar.
El patrimonio del Júcar
Ruta "Jucar, vida y memoria de una ciudad"
Buscamos convertir la ribera del río Júcar en un paseo audioguiado que sirva como elemento de vertebración y dinamizador del turismo cultural de la ciudad de Cuenca; poner en valor su amplio patrimonio inmaterial a través de diferentes herramientas digitales y servir de sinergia para la creación del parque fluvial del río Júcar a su paso por la ciudad, en el tramo de 1,7 km comprendido entre el puente de San Antón y la Alameda. Por tanto, buscamos incentivar los servicios ecosistémicos culturales para hacer de la cultura y la naturaleza símbolos de nuestra ciudad.
Una ruta que consta de 3 audioguías: la historia de Ana, una hilandera del siglo XVI; José, un joven alfarero del siglo XVIII y; Lázaro, un experimentado ganchero de comienzos del siglo XX.
Ana, de profesión hilandera, vive en el barrio de San Juan, en la Cuenca del siglo XVI, época de esplendor de la ciudad y, en particular, de su industria textil. Junto a su burro desciende desde su casa de la ciudad amurallada en dirección al Lavadero de los Genoveses, en la isla de Monpesler, junto al río Júcar, para cargar la lana que más tarde hilaría.
A finales del siglo XVIII, concretamente en 1786, José, un joven alfarero, sueña con salir de Cuenca junto a su novia Isabel. Juntos pasean por la ribera del Júcar, con la esperanza de futuro que brinda la juventud, mientras Jose reflexiona sobre la dureza del oficio de ollero.
Es el año 1906 y acaba de abrirse la resinera de LURE. Lázaro es un ganchero muy experimentado, de Priego, de unos 55 años, siendo jefe de una de las cuadrillas de delantera. Junto a su nieto, Isidro, que realiza su primera maderada, entra en la ciudad, mientras que recuerda su primera maderada, con todo lo que ha cambiado. Ya ha llegado el tren, la resinera y hasta algún camión. Nada parecido a lo que él había visto en su juventud.